La semana pasada, la empresa Massive Caller publicó una encuesta nacional sobre las preferencias electorales en los 300 distritos del país. La conclusión es que Morena volvería a ganar.
Hablando particularmente del estado de Veracruz, se vería el mismo fenómeno: triunfo para Morena. Abajo he reproducido los resultados de la encuesta de Massive Caller. Véalos usted, y enseguida encontrará mi análisis sobre el escenario electoral veracruzano.
Después de 20 años de experiencia en campañas políticas y en materia electoral quiero compartir con ustedes algunas reflexiones sobre el escenario que nos espera en el 2021.
La penetración de la acción de gobierno, a través de los programas sociales, y de la inversión en infraestructura que se contempla para el sureste, si es algo que está permeando en la ciudadanía; la percepción de buen gobierno, cercano a la gente si es real; por el contrario, las “tendencias” contra la 4T solo son acciones fabricadas, alimentadas con “bots”, que definitivamente no representan el sentir del pueblo.
Morena domina en todos los distritos del estado, salvo en 1: el distrito 4 de Veracruz que se ha convertido en el último reducto del “Yunismo”. Esta tendencia mayoritaria debe tomarse con madurez, serenidad y cautela, porque enfrente se tienen retos y estamos ante una campaña electoral que no será como la del 2018.
Nuestro principal reto será la elección de buenos candidatos en MORENA.
Primero, necesitamos candidatos que tengan la convicción de la transformación que encabeza el Presidente Andrés Manuel y que sean cercanos a la gente. La empatía social debe ser un elemento básico en el ejercicio de la política, y ese vínculo con la ciudadanía debe darse en todos los sectores (desde con los que menos tienen, hasta con los empresarios).
Segundo, es necesario generar unidad y trabajo en equipo entre los candidatos, es decir, que quienes aspiren a los distintos cargos en un mismo territorio (presidente municipal, diputado local y federal) tengan coordinación real, que cuenten con un plan de trabajo integral y que reflejen que están trabajando juntos verdaderamente, que representen “un frente” que trabaja para los ciudadanos. La gente se cansa de los pleitos internos.
Tercero, quienes encabecen las candidaturas de Morena deben ser personas preparadas y, preferentemente, sensibles o conocedoras de los asuntos públicos. Esto tiene 2 dimensiones: la administrativa y la política, ambas se complementan para tener un buen gobierno o un buen desempeño legislativo, según sea el caso.
Cuarto, es muy importante que los próximos candidatos tengan capacidad de comunicación política. Eso inicia con algo muy sencillo: dar la cara a la ciudadanía. El ejercicio público demanda que los políticos enfrentemos todas las situaciones, porque justamente eso es lo que espera la gente: ser escuchados y que se les resuelva.
Quinto, no confiarse. Las circunstancias políticas son variables, más en ésta era digital; el pensar que por estar “altos” en las encuestas “con cualquier candidato se puede ganar” sería un error, que estoy seguro no cometeremos.
A grosso modo, podemos empezar con esos primeros 5 puntos para entender la realidad política de Veracruz y el reto que tiene Morena. Un último apunte particular sobre mi ciudad.
Minatitlán: Es notorio que el PRI y el PAN, no tienen oportunidad en Minatitlán. Están perdidos. Los actores de la oposición que están pensando que podrían ganar, tienen enfrente un reto improbable de alcanzar. Para Morena en Minatitlán, el reto es: construir un candidato que tenga la capacidad de gobernar mejor, y que éste mande un mensaje de unidad y trabajo en equipo, que tenga una plataforma y visión política, junto con la capacidad de idear y ejecutar líneas de acción inmediatas frente a las crisis. Que sus gestiones escalen y se retroalimenten de los otros órdenes de Gobierno, hasta lograr la transformación que Minatitlán necesita.
De esta forma, el triunfo sería contundente.