Los gastos de las fuerzas armadas en el último año de gobierno de Enrique Peña Nieto presentan anomalías, según el informe de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
Indica que de los 93 contratos formalizados por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en 2018, en 88 de ellos, por un monto de 603 millones de pesos, la institución no contó con la documentación que comprobara de forma fehaciente la recepción de los bienes y servicios contratados en los plazos y fechas de entrega requeridos.
De acuerdo con la ASF, la Sedena utilizó dos empresas ‘fantasma’ en Oaxaca.
La tercera entrega del informe de la Cuenta Pública 2018 de la ASF señala que en dos contratos por 150 mil 505.2 pesos correspondientes a dos proveedores del Estado de Oaxaca, los proveedores no se localizaron en los domicilios señalados por el SAT y la Sedena, y en ambas empresas comparten un mismo socio.
Observó que de los 91 contratos adjudicados al Amparo de la Ley Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público, por 480 millones 461 mil 004 pesos, se observó que 51 contratos, por 260.2 millones de pesos, es decir, el 54 por ciento, no se formalizaron como obra pública.
La Auditoría Superior de la Federación también detectó anomalías en el Colegio Militar, luego de que en cinco contratos, por 27.7 millones de pesos, el pago se efectuó antes de la recepción de los bienes.
Los recursos autorizados para la reconstrucción de diversas instalaciones, básicamente se ejercieron para la remodelación de 179 áreas de baño, sin que la Sedena justificara el cambio del destino de los recursos, informó la ASF, que en total auditó 630.9 millones de pesos.
Fuente: Reforma