El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, afirmó que se estima que cerca de 600 menores de edad han muerto a causa del Covid-19; sin embargo, aclaró que la niñez se ha visto más afectada en términos de salud emocional que por la enfermedad directa.
«Tenemos cerca de 600 personas en edad infantil que han perdido la vida de manera directa por el covid, lo que muestra, comparados con las cantidades importantes en personas adultas, que es una afección limitada en ese aspecto», dijo el subsecretario.
Aclaró que las autoridades de salud, desde el inicio de la pandemia, han mantenido la atención en este sector de la población, pues en las conferencias vespertinas se ha contado con la presencia de la titular del DIF, Rocío García Pérez, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y especialistas del instituto nacional de salud pública.
Es un tema que había que «atender de forma integral, porque las alteraciones que tiene en la niñez, producto de un fenómeno como este, no han sido tanto en enfermedad directa, la enfermedad infecciosa, pues no es tan frecuente, pero las alteraciones psicosociales sí son importantes debido al confinamiento, la perturbación de la vida social».
Agregó que la pérdida de vidas de sus familiares directos, ya sea por casos de orfandad o por situaciones donde familiares o padres y madres de amigos han perdido la vida, también afecta a los menores de edad.
«La experiencia de tener una situación de adversidad, de ansiedad, por el hecho de que se sienten amenazadas, es considerable», señaló López-Gatell.
Sin embargo, aseguró que se tienen intervenciones en proceso, algunas están relacionadas con la recuperación y estabilización emocional, en cooperación con la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Por ello es que se vislumbra «el momento de la reapertura de las escuelas como un espacio ideal para poder atender las necesidades sicosociales y emocionales de la niñez de manera más directa».
El subsecretario detalló que la capacidad del personal especializado es limitada al compararse con la necesidad del servicio, pero ello también responde a un déficit histórico en los trabajadores relacionados con los problemas de salud mental.
Fuente: Milenio
