Al menos 10 personas murieron -en su mayoría jóvenes que fueron baleados- y cientos más fueron heridas tras las protestas contra la violencia policial que estremecieron Bogotá, Colombia.
Los choques y disturbios estallaron en rechazo a la agresión de los uniformados contra Javier Ordóñez, un abogado de 43 años que falleció luego de recibir en el suelo repetidas descargas con un arma eléctrica, en circunstancias que están en investigación.
Ayer, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, opositora del gobierno nacional, denunció que la policía hizo un “uso indiscriminado” de la fuerza y las armas de fuego.
“¿Qué clase de entrenamiento reciben para tener esa respuesta absolutamente desproporcionada ante una protesta?”, cuestionó López.
En varios puntos de la capital colombiana murieron siete jóvenes entre los 18 y 27 años por heridas de bala, precisó la autoridad. También en el vecino municipio de Soacha fallecieron tres personas.
La jornada dejó además 175 civiles heridos, 66 por arma de fuego, y decenas de puestos de policía destruidos, además de vehículos de servicio público dañados, según la alcaldía. Entre los uniformados se cuentan 147 lesionados.
Claudia López remarcó que una violencia así no se registraba ni “en un combate en las peores épocas del conflicto armado en Colombia”.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, un órgano de la OEA, condenó “enfáticamente los casos de brutalidad y abuso policial”.
El gobierno nacional reportó temprano 70 detenidos en las protestas que se extendieron a otras ciudades, como Medellín y Cali.
Anoche se realizaron nuevas manifestaciones en Bogotá, cuya seguridad fue reforzada con mil 600 policías y 300 militares.
Fuente: Agencias