Reyna Isabel L., esposa del exlíder petrolero de Minatitlán, Veracruz, Jorge Wade González, así como su hija, fueron detenidas junto con otras personas más por elementos de la Fiscalía General del Estado; se les acusa de secuestro exprés, narcomenudeo y otros delitos de alto impacto en Puebla.
Según dio a conocer la Fiscalía General del Estado de Puebla, en total fueron cumplidas seis órdenes de cateo dentro de investigaciones integrales para desmantelar a un grupo delictivo que cometía robo de vehículo, secuestro, delitos contra la salud y otros, principalmente en la zona metropolitana de Puebla.
Fue así que el 10 de marzo, la Fiscalía de Secuestro y Delitos de Alto Impacto (FISDAI) y la Agencia Estatal de Investigación detuvieron en flagrancia delictiva a Rodrigo N. de 35 años de edad, cuando conducía una camioneta con reporte de robo en inmediaciones de la avenida 19 Sur y bulevar Las Torres.
Posteriormente se solicitó y obtuvo autorización judicial para realizar entre el 12 y el 14 de marzo, seis cateos a igual número de domicilios. Tres de los inmuebles cateados y asegurados se ubican en el fraccionamiento Lomas de Angelópolis, otro en la 15 Sur a la altura de Las Torres, uno más en el fraccionamiento El Encanto, además del de calle Rincón de Tabachines en Rincón de Arboledas.
En las intervenciones, la FISDAI detuvo a cuatro personas más: Noé Abraham N. de 32 años de edad, Eduardo N. de 26 años, así como a la esposa de Jorge Wade González, identificada como Reyna Isabel L. de 64 años y a su hija Reyna Isabel W. de 39 años, estas últimas aseguradas en uno de los inmuebles de Lomas de Angelópolis.
La autoridad ministerial informó que Rodrigo N. está vinculado a proceso por el delito de detentación de vehículo robado; Noé Abraham N. está vinculado a proceso por delitos contra la salud en su modalidad de posesión de narcótico con fines de comercio.
En tanto que por este mismo delito, el agente del Ministerio Público formuló imputación en contra de Reyna Isabel L., su hija y Eduardo N., quienes en una segunda audiencia se determinará si hay elementos suficientes para vincularlas a proceso por narcomenudeo, mientras tanto se encuentran internadas en el Cereso de San Pedro Cholula.
Durante los cateos, la Fiscalía aseguró un total de siete vehículos, incluidas dos camionetas Suburban blindadas color arena y café, otra Suburban blanca sin blindaje, una camioneta Trax azul, un vehículo racer, una motocicleta BMW y otra Italika.
Asimismo, se aseguraron 11 placas de circulación de diferentes entidades; más de 132 dosis de sustancia blanca de características similares a la droga cristal; 18 armas, siendo 15 de ellas largas (AK47 y R15) y tres cortas; más de 350 cartuchos útiles y 45 cargadores; más de 38 mil pesos en efectivo.
Del mismo modo, fueron hallados uniformes policiales consistentes en siete chalecos balísticos con la leyenda «Seguridad Pública Municipal»; un impermeable con la leyenda «Policía Federal»; una camisa y una playera con leyendas de «Agencia de Investigación Criminal» y de «Policía Municipal»; seis gorras tácticas; seis sombreros; tres máscaras de lucha libre; tres esposas; dos inhibidores de señal; 38 celulares y radios de comunicación.
Sobre el caso que derivó en la investigación, se sabe que el 31 de enero de 2020 un ciudadano fue interceptado en su negocio de venta de autopartes en la 46 Poniente de la ciudad de Puebla, por un grupo de hombres armados, quienes lo privaron de la libertad, despojándolo de un vehículo y un teléfono celular.
Los plagiarios realizaron llamadas de exigencia económica culminando la negociación con la entrega de 500 mil pesos en inmediaciones de la colonia Lomas de San Miguel, liberando al agraviado. El 20 de febrero, los presuntos responsables se presentaron nuevamente en el negocio de la víctima, sustrayendo diversas unidades.
Sin embargo, el 10 de marzo la FISDAI y la Agencia Estatal de Investigación detuvieron en flagrancia delictiva a Rodrigo N. de 35 años de edad, cuando conducía una camioneta propiedad del afectado, en inmediaciones de la avenida 19 Sur y bulevar Las Torres, misma que el agraviado reconoció al detenido como uno de los sujetos que le privó de la libertad.
Fuente: La Silla Rota
