Una mujer fue detenida en la Ciudad de México por su presunta relación en el accidente aéreo en el que perdieron la vida el senador Rafael Moreno Valle y su esposa, la entonces gobernadora de Puebla, Martha Érika Alonso, hace dos años.

Agentes de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, en colaboración con elementos de la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE), cumplimentaron una orden de aprehensión contra María Magdalena ‘N’, de 34 años.

De acuerdo con las investigaciones llevadas a cabo, la mujer, en 2018, se desempeñaba como responsable del taller donde dicha aeronave recibía mantenimiento, mismo del que ella estaba a cargo.

Además, posiblemente habría tenido una omisión en el cambio y mantenimiento de los actuadores lineales del helicóptero que se desplomó.

Como resultado de trabajos de inteligencia por parte de agentes de la Policía de Investigación (PDI), así como de elementos de la FGE de Puebla, en apego al convenio de colaboración interfiscalías, fue posible ubicar a la presunta implicada en la calle Manuel Carpio, colonia Santa María la Ribera, alcaldía Cuauhtémoc.

Tras notificarle del mandamiento judicial en su contra, se le hicieron saber sus derechos y fue entregada a policías de aquella entidad para trasladarla y ponerla a disposición del juez que la requirió, a fin de que se determine su situación jurídica.

La mujer era buscada por autoridades de esa entidad, por la probable comisión de los delitos de homicidio y daño a propiedad ajena, ambos a título de culpa, y por falsedad de declaraciones, tras el accidente ocurrido en 2018.

Empresa sabía de falla en helicóptero 

El desplome del helicóptero donde viajaban la gobernadora de Puebla Martha Érika Alonso y su esposo, el senador Rafael Moreno Valle, así como tres personas más, se debió a una falla mecánica provocada por falta de mantenimiento y omisiones de seguridad para operar, pues se tenía conocimiento de posibles averías desde 11 días antes del accidente.

Así lo señaló el dictamen final, presentado un año y tres meses después del siniestro, por el secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, quien explicó que el 24 de diciembre de 2018 los pilotos perdieron el control de la aeronave por un alabeo o inclinación repentina hacia la izquierda que no fue corregida por el piloto.

La falla tuvo su origen, de acuerdo con los expertos, en los actuadores lineales de alabeo, una especie de asistente de vuelo, que se extendieron de manera simultánea sin ser comandados, provocando el giro y posterior desplome, tras 10 minutos de vuelo.

Se detectó por una tomografía computarizada que el otro actuador tenía dos tornillos sueltos que pudieron ocasionar el desplazamiento no comandado del aparato.

Fuente: Milenio