La Cámara de Diputados eligió a la priista Dulce María Sauri para presidir la Mesa Directiva durante el tercer y último año de la actual legislatura, luego de mantener en suspenso la votación debido a la disputa entre los grupos parlamentarios del PRI y del PT por posicionarse como tercera fuerza parlamentaria.
Ante el desacuerdo del PT, la directiva encabezada por la diputada Laura Rojas prorrogó sus funciones hasta el 5 de septiembre; sin embargo, en este plazo se determinó llevar a cabo la votación en el Pleno de San Lázaro.
Con 313 votos a favor, 123 en contra y 21 abstenciones, el Palacio de San Lázaro eligió que la nueva Mesa Directiva esté encabezada por Dulce Maria Sauri.
Durante la sesión del Pleno del 31 de agosto, cuando se debió votar la nueva presidencia, el diputado del Partido del Trabajo, Gerardo Fernández Noroña, se autoproclamó presidente de la Cámara de Diputados: «Yo soy presidente de la cámara en el corazón del pueblo de México y con eso me basta, con eso me siento muy orgulloso. Estoy en el corazón de la gente. Estoy en su respaldo. Estoy en su presencia. Estoy en sus pensamientos. Estoy en sus oraciones y estoy con ellos».
Ese mismo día, el grupo parlamentario del PRI integró a sus filas a cuatro legisladores del PRD y llegó a 50 integrantes, con lo que rompió el empate con el PT como tercera fuerza parlamentaria. Los diputados perredistas adheridos a la bancada priista fueron Antonio Ortega, Abril Alcalá, Guadalupe Almaguer y Jesús Pool Moo.
Noroña denuncia «operación de Estado» para imponer a Sauri
Desde la tribuna, el diputado Gerardo Fernández llamó a sus aliados a no “descarrilar” el movimiento de la cuarta transformación y denunció, incluso, una “operación de Estado” para imponer a la diputada del PRI.
“Quiero empezar denunciando que hay una operación de Estado para imponer en la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados a Dulce María Sauri Riancho: hay división de poderes y la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, nada tiene que hacer interviniendo en los asuntos internos de esta soberanía”, acusó.
En su turno, el coordinador de la mayoría parlamentaria de Morena, Mario Delgado, rechazó categóricamente cualquier injerencia del gobierno federal y negó también una traición a los militantes de Morena.
“Quiero, con todo respeto y fraternidad con mi compañero Gerardo Fernández Noroña, rechazar cualquier acusación de intervención de cualquier integrante del gobierno de la República. Justamente el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador por eso es diferente, porque no se comporta como los demás y tiene pleno respeto por la autonomía del Poder Legislativo”, reviró.
Al fijar el posicionamiento de su bancada en la tribuna y justificar el voto a favor de Sauri, remarcó:
“Le quiero decir a la gente, a los seguidores de Morena, que no los estamos traicionando, nunca vamos atraicionar nuestros principios, pero no vamos a ser como los de antes, no vamos a torcer la ley para beneficiarnos a nosotros mismos”.
Fuente: Milenio