Por primera vez en la historia, el Gobierno federal invitará a los mexicanos a que no acudan al Zócalo capitalino a participar en el Grito de Independencia, en el que el presidente Andrés Manuel López Obrador ya tiene preparado un ¡viva! para el personal médico y donde encenderán “la llama de la esperanza” en honor a las víctimas del Covid-19.
Funcionarios del Gobierno federal confirmaron a Milenio que el presidente hará una mención a los héroes que han estado en la primera línea de la batalla combatiendo a la pandemia, y que incluso han perdido la vida intentando salvar la de otros.
Además, para respetar la sana distancia, el Gobierno federal, en coordinación con el Gobierno capitalino, instalará vallas alrededor de la plancha del Zócalo para que las personas no se acerquen.
Los miles de asistentes que solían reunirse ahí la noche del 15 de septiembre, serán sustituidos por una escenografía donde se pretende representar con velas, antorchas e iluminación a la República Mexicana, y se encenderá de manera simbólica “la llama de la esperanza” acompañado de juegos pirotécnicos, en alusión a los últimos meses de contingencia sanitaria y por las más de 70 mil defunciones registradas.
Debajo del balcón presidencial se instalará un templete para los medios de comunicación, quienes también deberán portar cubrebocas obligatorio y guardar sana distancia en todo momento.
En Palacio Nacional, el presidente estará acompañado de su gabinete y representantes de los poderes Legislativo y Judicial.
“La Presidencia de la República le hace una cordial invitación para que asista el martes 15 de septiembre de 2020 a las 22:30 horas a la ceremonia oficial del Grito de la Independencia de México en el Salón Recepciones 2º piso del Patio Central”, indica la invitación al CCX Aniversario de la Independencia con la firma de López Obrador.
El año pasado, el presidente contempló hasta a 300 invitados, a los que ofreció bocadillos típicos en el Patio Central de Palacio Nacional. Diputados, senadores, empresarios, familiares del gabinete, líderes de iglesias, embajadores, representantes indígenas y de la sociedad civil, acudieron al primer Grito austero del nuevo Gobierno federal, donde el presidente apenas bajó unos minutos con su esposa.
En esta ocasión, se espera como máximo 70 invitados, como en el Segundo Informe de Gobierno, y hasta este momento no está pensado ofrecer cena, con la idea de respetar la sana distancia.
Fuente: Milenio