El extitular de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Guerrero, Iñaky Blanco Cabrera, manifestó que desconoce cómo es que el equipo de Tomás Zerón de Lucio en la Procuraduría General de la República (PGR), llegó a la denominada ‘verdad histórica’; también reconoció que el actual fiscal general, Alejandro Gertz Manero, trabaja sobre aspectos que hasta el momento no se habían tocado.
Blanco Cabrera manifestó que desde su apreciación, el actual titular de la Fiscalía General de la República (FGR) camina en la ruta de judicializar algunos aspectos no tocados en el caso Iguala, entre ellos la desaparición forzada y la delincuencia organizada.
Comentó que el informe dado a conocer por el fiscal Gertz Manero, quedó “un tanto vago” en lo que se refiere a la delincuencia organizada, pues no se señala puntualmente cual hipótesis es sobre la que se trabaja, ya sea secuestro, delitos contra la salud, tráfico de personas o tráfico de órganos, entre otros.
Comentó que entre los 46 exservidores públicos municipales que se considera en el paquete de órdenes de aprehensión requeridos por la FGR, podrían estar algunas personas que ya fueron sujetas a proceso y alcanzaron su libertad, porque en un primer momento se consideró que no había elementos suficientes para sentenciarlos y se optó por liberarlos, aunque dichas libertades no fueron absolutas, sino que estaban sujetas a reservas.
Bajo dicho supuesto, el Ministerio Público tuvo la oportunidad de seguir trabajando hasta encontrar lo que necesitaba para obtener la orden de aprehensión.
En otros casos, la FGR pudo comenzar desde cero hasta afianzar una imputación y requerir los mandamientos de captura.
Se desmarca de la ‘verdad histórica’
Respecto al trabajo que él encabezó como titular de la FGE durante las primeras horas de ocurrido el hecho, Blanco Cabrera sostiene que las actuaciones estuvieron debidamente afianzadas.
“Nosotros sentamos las bases de una investigación a la que dio continuidad la (Procuraduría) General de la República, ellos optaron por una de las líneas de investigación que todos conocemos, que es la que va a parar a Cocula”, dijo en relación al basurero donde el exjefe de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), Tomás Zerón de Lucio, sostiene que los 43 normalistas rurales fueron asesinados e incinerados, para luego tirar lo que quedó de ellos en el río San Juan.
“Nosotros entregamos información en distintos sentidos, desconozco si ellos investigaron o no lo que nosotros les proporcionamos, desconozco bien a bien como es que llegaron a Cocula”, explicó.
“Teníamos información de Cocula por cuanto a que era una de las áreas en las que operaban los Guerreros Unidos, pero no teníamos información por cuanto al destino de los estudiantes, eso es bien importante”, dijo.
Fuente: Milenio