Si bien un convoy de varias camionetas escoltadas por elementos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) salieron del aeropuerto rumbo al Reclusorio Norte, el hombre que iba al interior no era Emilio Lozoya Austin. “Esa fue otra diligencia”, aseguró la Fiscalía General de la República (FGR).
Emilio Lozoya Austin llegó a México, sin embargo, nunca pisó las instalaciones del Reclusorio Norte, sino que fue trasladado directamente del aeropuerto a un hospital privado, después de que se le hicieran revisiones médicas y se determinara que se le había encontrado “anemia desarrollada y problemas sensibles en el esófago”.
De acuerdo con un reporte que fuentes de la FGR dieron a Animal Político, el exdirector de Petróleos Mexicano (Pemex), pese al vistoso operativo que se montó, en ningún momento llegó al Reclusorio Norte, a pesar de que el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, confirmó esta versión durante la conferencia matutina.
Por medio de su cuenta de Twitter, la FGR detalló que el extraditado arribó a suelo mexicano a las 00:46 horas del 17 de julio. Se le aplicaron los protocolos correspondientes de lectura de derechos y se le informó que se le estaban ejecutando órdenes de aprehensión por los casos de Odebrecht y Agronitrogenados, por los cuales quedaba detenido.
En ese lugar, el perito médico de la Fiscalía le realizó una revisión física y médica, la cual concluyó en “anemia desarrollada y problemas en el esófago”, además de debilidad general en toda su salud, por lo que se propuso, y autorizó, su internación en un hospital privado, donde permanece en “calidad de detenido bajo estricta vigilancia policiaca”.
Cabe mencionar que los jueces de ambos casos fueron comunicados sobre el estado de salud de Lozoya, por lo que aún se mantienen a la espera de la determinación sobre las fechas para las audiencias iniciales correspondientes.
El extitular de Pemex deberá enfrentar un par de procesos penales, uno de ellos por los delitos de lavado de dinero, cohecho y asociación delictuosa, en torno al caso Odebrecth, mientras que el otro será por lavado de dinero en el caso de Agronitrogenados.
La audiencia inicial, informó el Consejo de la Judicatura Federal (CJF), se realizará a puerta cerrada sin presencia de los medios de comunicación o público interesado en su cobertura, debido a las medidas de prevención sanitaria que se han tomado para evitar los contagios de Covid-19.
La situación intentará ser enmendada por las autoridades del CJF a través de un chat de WhatsApp, donde transmitirá “la información de la audiencia en tiempo real” para la prensa. “Sobra decir que la información que les transmitiremos será íntegra y objetiva”, destacaron.
El CJF argumentó que esta es la mejor decisión “tomando en consideración los principios de publicidad, así como de presunción de inocencia, derecho a la privacidad e intimidad”. Así, quedará en manos del Consejo de la Judicatura Federal la narración de lo que suceda durante una de las audiencias más esperadas en los últimos años en México.
Fuente: Infobae