La tasa de inflación anual se ubicó en 2.15 por ciento al cierre de abril, su menor nivel desde diciembre de 2015, ya que el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se redujo 1.01 por ciento durante el cuarto mes del año, en medio de la crisis por el coronavirus SARS-CoV-2, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Los productos que más bajaron de precio fueron la gasolina tipo Magna (-17.35 por ciento), el jitomate (-31.33 por ciento), el tomate verde (-33.30 por ciento), la gasolina tipo Premium (-15.89 por ciento), el pepino (-20.92 por ciento) y la electricidad (-12.24 por ciento). En contraste, entre los productos que tuvieron las mayores alzas de precio están el huevo, la cerveza, el chile serrano, el limón y el aguacate.

La inflación subyacente, considerada un mejor parámetro para medir la trayectoria de los precios porque elimina productos de alta volatilidad, aumentó 3.50 por ciento a tasa anual. En tanto, el índice de precios no subyacente retrocedió 1.96 por ciento en comparación con el mismo mes del año pasado.

Dentro del índice de precios subyacente, los precios de las mercancías se incrementaron 0.63 por ciento y los de los servicios 0.06 por ciento mensual.

En cuanto al índice de precios no subyacente, los precios de los agropecuarios bajaron 0.79 por ciento mensual y los de los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno descendieron 8.57 por ciento, como resultado de la reducción en el precio de las gasolinas y de los ajustes en las tarifas eléctricas por el esquema de temporada cálida en 18 ciudades del país.

El Inegi recordó que como parte de las medidas extraordinarias adoptadas ante el estado de emergencia sanitaria por el Covid-19, a partir de abril y mientras dure la contingencia, la medición de la inflación se hará a través de medios electrónicos como internet, correo electrónico, teléfono y otras tecnologías de la información.

El subgobernador del Banco de México (Banxico), Jonathan Heath, comentó en Twitter los datos presentados por el Inegi y aseguró que aunque la inflación es muy baja,  preocupa el incremento de precios en mercancías alimenticias, componente que perjudica a los segmentos menos afortunados de la población y a los que han perdido su empleo.

Fuente: Milenio