El Gobierno afgano y los talibanes iniciaron este sábado en Doha, en presencia del secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, unas históricas negociaciones de paz que se anuncian difíciles, dadas las profundas divergencias entre ambos beligerantes.
El jefe de la diplomacia de Qatar, el jeque Mohammed ben Abderrahman Al Thani, presidió la apertura de estas negociaciones que se celebran en un gran hotel de Doha, en presencia también del enviado de Estados Unidos en Afganistán, Zalmay Khalilzad.
Al iniciarse la ceremonia, el negociador del Gobierno afgano, Abdullah Abdullah, pidió un «alto al fuego humanitario».
«Tenemos que poner fin a la violencia y lograr un alto el fuego lo más rápido posible», dijo Abdullah, un exministro que preside el Consejo para la Reconciliación Nacional.
Tal reivindicación fue apoyada por la Unión Europea, que pidió un cese de los combates «inmediato (…), nacional e incondicional».
Sin embargo Khalilzad, en rueda de prensa en Doha, precisó que las negociaciones «conducirán» a un alto al fuego, que no es un preámbulo para las negociaciones.
Las negociaciones se han retrasado seis meses debido a profundos desacuerdos sobre un polémico canje de prisioneros entre los rebeldes y el gobierno.
Por su lado, Pompeo instó al Gobierno afgano y a los talibanes a «aprovechar la oportunidad» de alcanzar un acuerdo para las futuras generaciones, tras 19 años de guerra en Afganistán.
Fuente: Agencias