Tras más de cuatro días de un complejo recuento de votos, Joe Biden logró la victoria en el estado de Pensilvania, que le otorga un mínimo de 284 votos electorales, superando los 270 necesarios para consagrarse como presidente electo de Estados Unidos.
El resultado de Pensilvania fue confirmado por la agencia AP y los principales medios de comunicación de Estados Unidos, pero el presidente Donald Trump está lejos de reconocer la derrota. Por el contrario, ha denunciado un fraude en los estados más disputados e inició en ellos demandas judiciales. La disputa podría escalar hasta la Corte Suprema de los Estados Unidos.
Se trató de una elección cerrada y mucho más pareja de lo que habían previstos las encuestas. Biden se alzó con victorias en estados decisivos con muy pocos votos de diferencia. Desde el comienzo de la campaña, Trump había planteado objeciones sobre el sistema de votos por correo, que existe hace décadas en Estados Unidos pero que esta vez, ante las limitaciones para el movimiento que impone la pandemia de coronavirus, alcanzó un récord de más de 100 millones de sufragios anticipados por esa vía.
Todos los analistas anticipaban que ese sistema sería fundamentalmente elegido por los votantes demócratas, como finalmente sucedió. Por eso, al comienzo del conteo de votos presenciales, Trump apareció liderando en algunos estados que luego terminó perdiendo cuando se sumaron los votos recibidos por correo. Ahora se abre un compás de espera para que las cortes estatales y, eventualmente, la Corte Suprema, certifiquen el resultado electoral.
Pensilvania, que era la máxima obsesión del Partido Demócrata, pasó al campo de Biden el viernes a la mañana. Trump, que llegó a tener una ventaja de más de diez puntos, quedó por debajo de su rival tras el avance del procesamiento de los votos por correo. Pero Biden terminó imponiéndose en el estado por 49.7 a 49.2 por ciento.
Los demócratas tenían una idea fija desde el comienzo de la campaña electoral: reconstruir el “muro azul”, como se conoce a los estados en los que el partido ganó casi sin excepciones las elecciones presidenciales durante décadas. Tres ladrillos se cayeron de ese muro en 2016: Wisconsin, Michigan y Pensilvania. Tan segura estaba Hillary Clinton de que ganaba en los tres estados del Medio Oeste —como mostraba el promedio de las encuestas—, que ni se molestó en hacer campaña en ellos. Pero, para sorpresa de todos, Trump se impuso en el trío por un margen inferior al punto porcentual. Si hubiera ganado los 46 electores que reparten, Clinton habría sido presidenta.
Por eso, Biden se propuso retener los 21 estados en los que ganó la exsecretaria de Estado y recuperar aquellos tres. Con ese objetivo en mente, los visitó en varias oportunidades y cerró la campaña en Pensilvania, que es el que reparte más electores (20). Por otro lado, es el estado en el que nació, en la ciudad de Scranton. Si bien vive en Delaware, siempre se proclamó como hijo predilecto del estado y decía ser el “tercer senador” de Pensilvania cuando representaba al vecino.
El recuento empezó muy mal para el candidato demócrata, con ventajas de Trump en los tres, que lo hicieron temer una repetición de la historia de 2016. Sin embargo, a medida que empezaron a pasar las horas y las autoridades fueron contando los votos por correo, el panorama cambió.
Durante la madrugada del martes, Biden pasó al frente en Wisconsin y se confirmó su triunfo por 49.6 a 48.9 por ciento. El miércoles a la mañana, se sumó Michigan, con un margen mucho más holgado del que parecía posible un día antes: 50.6 a 47.9 por ciento. Ahora, tres días después, se confirmó con Pensilvania la reconstrucción del “muro azul”.
Kamala Harris, primera vicepresidenta de Estados Unidos
Kamala Harris se llevo la victoria en las últimas elecciones de Estados Unidos, al lado del candidato demócrata Joe Biden, e hizo historia este sábado al convertirse en la primera mujer elegida como vicepresidenta.
Harris, de 56 años, hija de padre jamaicano y madre india, será además la primera mujer negra que ocupará la Vicepresidencia de Estados Unidos, cuando Biden y ella lleguen a la Casa Blanca el 20 de enero de 2021.
La actual senadora demócrata por California será la mujer que ha ocupado un cargo político de mayor rango en la historia de Estados Unidos, un honor que hasta ahora tenía la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
Fuente: Infobae