El ministro alemán del Interior, Horst Seehofer, se tomó muy en serio el consejo de los médicos de lavarse las manos con frecuencia y evitar el contacto físico para limitar la propagación del coronavirus, y rechazó hoy estrechar la mano de la canciller Angela Merkel.

Cuando la mandataria se le acercó con la mano extendida en una reunión con representantes de asociaciones de migrantes en Berlín, el titular del Interior levantó las manos, según observó un fotógrafo de la dpa. Después, Merkel y Seehofer se echaron a reír.

El propio Seehofer contó en una entrevista publicada ayer por «Bild am Sonntag», que había dejado de dar apretones de mano como medida preventiva.

Fuente: Agencias