Mario es un pequeño de tan solo 11 años que, debido a sus ganas de continuar estudiando en medio de la pandemia, ha decidido emprender un pequeño negocio, en el que vende sus juguetes para juntar dinero y poder comprar una tablet.
El pequeño cursa el sexto grado de primaria y desde su casa toma clases en la televisión e internet, lo que se ha vuelto un problema.
Cuando inició el ciclo escolar, Mario usaba el celular de su mamá para mantenerse al corriente; sin embargo, la señora también necesita el aparato para trabajar.
“Se lo prestaba al inicio, pero el celular me ayuda mucho al trabajo, le ayudo a una persona a vender tenis y también así me piden baguets”, explicó la mamá de Mario, quien vive en la colonia Primero de Mayo, en la Ciudad Madero.
Es por esto que el niño decidió tomar una decisión nada fácil: vender sus juguetes para, con el dinero recaudado, poder comprarse un teléfono o una tablet.
“Vendo mis juguetes, necesito una tablet o un celular para mis clases, ayúdame con tu compra”, dice la cartulina colocada en el puesto improvisado que instaló Mario, con la ayuda de sus papás.
Sus padres se han visto seriamente afectados con la pandemia, por lo que su economía no está en condiciones de comprar un aparato como el que el pequeño necesita.
Fuente: Zócalo