Luego de que el Gobierno de Estados Unidos se desistiera de los cargos contra el exsecretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, el presidente Andrés Manuel López Obrador agradeció que se haya rectificado la decisión y aclaró que no hay nada oculto en la negociación.
“No hay nada oculto, nosotros actuamos a partir de principios y lo que se hizo en este caso fue intervenir en materia política, diplomática, para expresar nuestra inconformidad ante un hecho que se presenta y deciden juzgar en Estados Unidos, sin conocimiento de nuestro gobierno”, comentó.
En La Mañanera, el mandatario sostuvo que este caso va más allá de lo legal, pues se tiene un acuerdo de colaboración con el Gobierno estadounidense. Asimismo, respaldó las acciones del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, para resolver que sea en México donde se juzgue al general, en caso de existir elementos de prueba suficientes.
También, López Obrador puntualizó que su administración no realizó ningún tipo de intercambio con Estados Unidos y que el regreso de Cienfuegos no significa impunidad, sino el inicio de una investigación por parte de la Fiscalía General de la República (FGR).
El presidente recordó que este asunto no se trata solo del general Cienfuegos, sino que deja como manifiesto lo que México debe hacer ante una circunstancia que afectara a sus ciudadanos, “sea quien sea, no permitiríamos una injusticia para nadie”. Además, destacó que “no admitimos presiones de nadie”, por lo que se respetarán los procesos judiciales y la autonomía de la FGR, una vez se tengan indagatoria.
Por su parte, el canciller reiteró que no hay nada oculto entre las negociaciones entre ambas naciones, luego de dar una crónica detallada de los hechos, desde la extradición de Cienfuegos en octubre, hasta hoy.
Reconoció la existencia de elementos que el Gobierno mexicano desconocía, por lo que se busca reforzar la comunicación entre los dos países, así como la jurisdicción.
Fuente: Milenio