La noche del martes, el presidente Donald Trump y la jefa de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, mostraron cuán dañada está su relación y lo difícil que será trabajar juntos este año.
En pleno discurso sobre el Estado de la Unión, donde es tradicional que el presidente salude a la líder demócrata al entregarle una copia de sus palabras, el mandatario simplemente dejó a Pelosi con la mano estirada, un gesto que expresó su notorio resentimiento un día antes de que el Senado realice el voto final en su juicio político, un proceso que Pelosi inició.
La líder demócrata no se quedó atrás y dio varias señales del poco respeto que le inspira Trump. Usualmente, la presidenta de la Cámara de Representantes anuncia al mandatario diciendo: “Miembros del Congreso, tengo el alto privilegio y el honor de presentarles al presidente de Estados Unidos». Esta vez Pelosi solo dijo: “Miembros del Congreso, el presidente de Estados Unidos”.
Pero más fuerte aún fue la señal que dio cuando Trump ni siquiera había pronunciado la última palabra de su discurso. Pelosi simplemente dividió los papeles del discurso en dos montones y los rompió. Lo hizo con un rostro inmutable mientras Trump ya había comenzado a salir del pleno de la Cámara Baja, sin siquiera mirar atrás para despedirse del vicepresidente Mike Pence ni de ella.
Cuando le preguntaron por qué lo hizo, la líder demócrata respondió: “Fue lo más cortés que pude hacer considerando la alternativa”. Pelosi estaba visiblemente molesta no solo por el desdén de Trump, sino también por el contenido del discurso del Estado de la Unión, en el que pasó la mayor parte del tiempo sentada mirando los papeles.
Durante su alocución, Trump atacó fuertemente a los demócratas, mientras calificó al gobierno de Barack Obama como la era del “agotamiento de la riqueza, el poder y el prestigio estadounidenses”.
Fuente: Univision