Médicos del Hospital Valentín Gómez Farías, en Coatzacoalcos, Veracruz, que atienden urgencias y el área de Covid-19, se ampararon para dejar de laborar ante la falta de organización, insumos, medicamentos y personal especializado de apoyo; la Secretaria de Salud tiene que contestar legalmente y frenar esta situación que pone al borde del colapso los servicios que ofrece.
El día de ayer, jueves 7 de mayo, la dirección de ese hospital recibió los amparos de 12 médicos otorgados por el juez federal décimo de distrito, bajo número 284/2020-V, en favor de los médicos generales que han venido sosteniendo el trabajo en el área de urgencias y de atención a Covid-19.
Estos médicos argumentaron que viven con enfermedades como diabetes, hipertensión y obesidad, entre otros padecimientos, y basados en el segundo decreto federal para la suspensión de labores, pidiendo ser enviados a casa mientras pasa la contingencia sanitaria.
Sin embargo, la mayoría de ellos laboran en otras instituciones de salud como el Instituto Mexicano del seguro Social (IMSS) y Petróleos Mexicanos (Pemex), donde seguirán activos, ya que en esas instituciones hay esquemas de trabajo mejor organizadas.
Este grupo de médicos, llevaba más de tres semanas clamando por ayuda de los especialistas para la atención de los enfermos más graves y medicamentos para sus pacientes, pero nunca se les resolvieron sus demandas por parte de la dirección y la secretaria de Salud, por eso buscaron otras vías para no tener esa carga de trabajo, ya que corren el riesgo de ser demandados.
Fuentes del interior del hospital confirmaron que los documentos ya fueron presentados a la dirección del hospital y al sindicato; por lo que ahora tienen que contestar para evitar un colapso en la atención a los derechohabientes del sur de Veracruz.
Los datos aportados por las personas entrevistadas, quienes pidieron guardar su anonimato, refieren que la secretaria de Salud envió a la doctora Romana Gutiérrez Polo, subdirectora de atención hospitalaria a resolver esta situación, ya que el director del hospital, Juan Rodrigo Camacho Mondragón, no se ha presentado a laborar en las últimas tres semanas.
Gutiérrez Polo, es quien no ha autorizado más recursos humanos y de protección para la atención de los pacientes con Covid-19, aun cuando se les ha notificado que solo cuentan con 12 camas de hospitalización y 11 respiradores, ya que uno de los que enviaron, no funcionó.
Desde el Call Center estatal son referidos varios casos regionales al Hospital, aun cuando ya no tienen espacio para atenderlos pero como no hay una información oficial de la saturación, no se han tomado medidas extraordinarias.
Los sindicatos al interior del Hospital han estado negociando desde hace dos semanas que los especialista apoyen a los médicos generales y se establecieron guardias, llegando a un acuerdo pero la medida legal los sacó de nuevo de base.
También dejaron de trabajar en el hospital 10 médicos más que habían sido enviados por la jurisdicción sanitaria y que estaban en el primer filtro de atención a la población, con lo cual prácticamente se están quedando sin personal.
«Va a ser un gran problema si se va el personal, no vamos a poder enfrentar la atención a los pacientes en el pico más alto de la pandemia y prácticamente los vamos a dejar morir», externó un médico preocupado.
De acuerdo a las estadísticas que se maneja el estado de Veracruz, hay 128 personas infectadas con el Covid-19 en Coatzacoalcos, de las cuales 20 han fallecido, lo que representa una tasa de mortalidad de 15 por ciento, cuando la mundial es de apenas 2 por ciento.
Los médicos señalaron que este hospital ha tenido problemas administrativos, organización y de liderazgo desde hace muchos meses, lo cual ahora está explotando, con la contingencia, pero la secretaria de salud no ha querido tomar cartas en el asunto.
«El doctor Camacho ya ha dicho que ya presentó su renuncia y no se la quieren aceptar, el subdirector médico esta a cargo, pero en ligar de resolver se la pasa peleando con el personal, es una falta de liderazgo y de organización que la están pagando los pacientes y eso no es justo», señaló otro de los entrevistados.
Confirmaron que todo el personal no cuenta con todos los insumos de protección, aun cuando ven que se han hecho donaciones muy importantes por parte de las empresas petroquímicas, empresarios y la propia sociedad civil.
Además desde el inicio de la contingencia, no hay medicamentos para atender a pacientes tan graves y intubados, lo cual aumenta el estrés de todo el personal de salud que labora tanto en urgencias como en el área de enfermedades respiratorias.
Cabe señalar que el Hospital materno Infantil no se ha puesto a funcionar a pesar de que las autoridades del estado han señalado que ya está listo.
Los mismos trabajadores de la salud señalan que persisten los problemas de energía eléctrica y las fallas en ese hospital.
Fuente: La Jornada Veracruz