La legalización del cannabis que se votó el pasado jueves 19 de noviembre en el Senado de la República, no resolverá el problema de las adicciones ni el llamado combate al mercado negro, fue una decisión acelerada impulsada por la legalización en la unión americana de la marihuana y no están viendo los legisladores el alcance destructivo a futuro que tendrá en la sociedad, así lo consideró Alfredo Luna Murillo, presidente del Consejo Interreligioso en el Estado de Veracruz, al mencionar que esta determinación enrarece aún más el ambiente que se está viviendo en el país.
“Una ley federal que legaliza el cultivo, la producción, el consumo, la distribución, la industrialización y la venta de la marihuana, cuya votación se dio con 82 votos a favor, 18 en contra y siete abstenciones, respalda el dictamen para regular el autoconsumo, uso lúdico y medicinal de la marihuana, lo que abre el mercado de las drogas en el país”, dijo.
Luna Murillo indicó que como iglesias evangélicas no pueden avalar una ley presentada como progresista y de avanzada, porque representa un riesgo grave para la salud de las personas y de la sociedad.
La legalización de la marihuana no garantiza de ningún modo que disminuirá la violencia, al contrario, ahora se pone en riesgo la paz social y la tranquilidad de las familias.
“Lamentamos la aprobación de esta ley porque envenena a la sociedad mexicana y pone en riesgo a las familias”, agregó el entrevistado.