Ahora que el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta alista nuevos ajustes en su gabinete, por la probable renuncia o remoción de su secretario de Infraestructura, Juan Daniel Gámez Murillo, debería reconsiderar la idea del todo nuevo en el gobierno de la Cuarta Transformación de Puebla.

Si en este su segundo año de gestión, Barbosa no da resultados y cumple con algunos de los compromisos que hizo en campaña, difícilmente podrá recomponer el rumbo, ya que las circunstancias políticas que hoy le favorecen tienden a desaparecer.

De entrada porque en la medida que se acerque el inicio del proceso electoral de 2021, todo se politizará y partidizará, porque la cómoda mayoría que hoy tiene en el Congreso del Estado difícilmente la conservará y porque no se ve cómo Morena pueda mantener después del 2021 las capitales y ciudades que actualmente gobierna.

El problema del gobernador Miguel Barbosa es que tampoco tiene autoridad moral para exigir a los presidentes municipales y ayuntamientos surgidos de Morena buenos resultados y administraciones eficientes y eficaces, si la suya no puede presumir lo primero, ni lo segundo.

Por eso la reflexión de que el gobernador Barbosa debería reconsiderar su modelo del todo nuevo, para optar por gente de probada experiencia y reconocida capacidad en asuntos de obra e infraestructura, elaboración y ejecución de proyectos, operación de licitaciones nacionales e internacionales, gestión de recursos públicos y administración eficiente de los mismos.

Es evidente que estas áreas no están funcionando en el Gobierno de la Cuarta Transformación poblana, lo que explica por qué a escasos 194 días de haber rendido protesta van seis secretarios que dejan el gabinete: Salomón Kuri Contreras y María Concepción Lugo Alarcón, la Secretaría de Administración; Karen Berlanga Valdés, la Secretaría de la Función Pública; Fernando Manzanilla Prieto, la Secretaría de Gobernación; y Heliodoro Luna Vite, y muy posiblemente Juan Daniel Gámez Murillo, la Secretaría de Infraestructura.

A estas alturas, ya no importa si los funcionarios o funcionarias que el gobernador decida incorporar a su administración son o no de Puebla o si antes laboraron en gobiernos del PRI y el PAN. Ahora lo realmente relevante es que tengan experiencia y capacidad de trabajar bajo presión y a marchas forzadas para dar resultados ya.

EN CORTO

Este domingo se reunieron a comer en el restaurante español La Vendimia el gobernador Luis Miguel Barbosa y el que fuera uno de sus principales financieros en campaña, Javier Pacheco Pensado, quien por cierto será el principal socio de la edición local de La Crónica que pronto saldrá a circulación bajo la dirección editorial de Arturo Luna Silva y Felipe Flores Núñez.

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Ahora sí dejó la Dirección de Adquisiciones de la Secretaría de Administración del estado, Gualberto Guerrero Martínez.

Aunque las causas de su salida son poco claras, trasciende que su remoción podría estar relacionada con la manipulación de algunas licitaciones del sector salud.

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Unos 50 panistas se reunieron el viernes por la noche para celebrar el cumpleaños número 66 de Ana Teresa Aranda Orozco en un céntrico restaurante de San Pedro Cholula.

La cena fue convocada por el ex regidor cholulteca Pablo Ricardo Melgarejo Luna y a ella asistieron panistas de la capital y de otros municipios, así como alcaldes y regidores en funciones.

Entre estos últimos destacó el regidor José Eduardo Covián Carrizales, que ya pertenece a Morena y es parte del G7 en el Cabildo de Puebla.

Fuente: e-consulta