Joe Biden está a punto de asegurar formalmente la nominación del Partido Demócrata a las elecciones presidenciales de noviembre, tras ganar cientos de delegados más en las primarias del martes, que pusieron a prueba la capacidad de Estados Unidos para organizar unos comicios mientras sufre una pandemia y una oleada de disturbios.
Biden podría dejar zanjada su nominación la próxima semana, en las primarias de Virginia Occidental y Georgia.
El martes, votantes en todo el país se vieron obligados a sortear toques de queda, preocupaciones de salud y a las tropas de la Guardia, y en algunos casos esperaron en filas durante horas por el cierre de centros de votación, luego de que las autoridades electorales redujeron drásticamente el número de lugares para votar en persona para minimizar la propagación del coronavirus.
Biden y el Presidente Donald Trump ganaron con facilidad sus respectivas primarias, que iban desde Maryland a Montana, incluyendo el estado más preciado de la noche: Pensilvania. Aunque casi con toda seguridad los dos políticos se medirán en las urnas en noviembre, las normas de sus partidos requieren que alcancen una mayoría de delegados en la larga temporada de primarias estatales.
Pese a haber suspendido su campaña y respaldar el Biden, el nombre del senador de Vermont Bernie Sanders estaba en la boleta demócrata el martes. En la víspera de las primarias, el asesor Jeff Weaver animó a los progresistas a votar igualmente por él para ayudar a maximizar su influencia en la dirección del Partido Demócrata.
Las declaraciones sirvieron como recordatorio de que, aunque Biden no tenga rivales legítimos para la nominación, todavía debe convencer a los escépticos activistas del ala más a la izquierda de la formación, que temen que esté demasiado cerca de la política tradicional.
Fuente: Agencias