El subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, informó que la próxima semana acudirá a Santiago Juxtlahuaca, en la región Mixteca de Oaxaca, para atender personalmente los conflictos armados que se recrudecieron en dicha comunidad.
Lo anterior, tras la muerte de dos personas la semana pasada, quienes fueron ultimadas por un grupo armado de la misma localidad.
«Vamos a establecer una mesa de reconciliación y de pacificación en la región triquis. Tendrán que sentarse todos los grupos, y sí, van a tener que sentarse a dialogar con sus adversarios, o con quienes han cometido agravios profundísimos entre sí, porque hay daños de todas partes», puntualizó en conferencia de prensa.
Con ello, organizaciones contrarias que en los últimos meses se han enfrentado deberán sentarse a dialogar.
«Tendremos que construir una solución que parta primero de que no haya intervención gubernamental, ni local ni federal, en la solución que adopten las comunidades. ¿Habrá solución definitiva? No lo sabemos, pero es importante que sentemos las condiciones para que haya reconciliación y por lo menos la mayor parte de la gente que fue desplazada pueda regresar a su comunidad de origen», apuntó.
Ello, aseguró, no significa que las autoridades vayan a evadir sus responsabilidades, pues en el encuentro también deberán estar presentes el Gobierno estatal y los municipales.
«No vamos a caer en la simulación tradicional, y en esta mesa deberán participar todos los actores, incluido el Gobierno del estado, es su responsabilidad, es la autoridad de Gobierno en la entidad y tendrá que participar. También la autoridad de varios municipios porque también hay responsabilidades de distintas autoridades de carácter municipal», expresó.
Alejandro Encinas aclaró que se seguirá priorizando el diálogo, pues no va a ser con la fuerza publica como se va a resolver el problema.
«Eso ya se ha intentado y hemos visto como ha fracasado recurrentemente. Sí hay que avanzar en un proceso de desarme por supuesto y de deslindar responsabilidades, no solamente en el tráfico de armas y municiones, sino identificar a las personas que han cometido este tráfico ilícito en la región, pero tendrán que sentarse todos los actores para encontrar una solución», concluyó.
Fuente: La Razón
