CIUDAD DE MÉXICO
El titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) presentó el informe más reciente del Gabinete de Seguridad Nacional, en el que se dieron a conocer avances significativos en la estrategia para combatir al crimen organizado y fortalecer la seguridad pública en el país.
De acuerdo con el reporte, más de 26,000 personas han sido detenidas en distintos operativos coordinados por fuerzas federales en lo que va del periodo informado. Esta cifra representa un avance en la contención de delitos de alto impacto, particularmente en regiones con alta incidencia delictiva.
Uno de los puntos más relevantes del informe fue la incautación de 204 toneladas de drogas, lo que incluye distintas sustancias ilícitas decomisadas en operativos terrestres, aéreos y marítimos. Además, se logró asegurar 1.5 toneladas y 3.5 millones de pastillas de fentanilo, droga sintética considerada una de las más letales y de mayor circulación en el mercado negro internacional.
En cuanto a armamento, se confiscaron más de 14,000 armas de fuego, muchas de ellas de uso exclusivo del Ejército, lo que representa un golpe importante a las capacidades logísticas de las organizaciones criminales. También se decomisaron cartuchos, cargadores y otros materiales bélicos.
Uno de los logros más destacados fue la destrucción de 1,193 laboratorios clandestinos, principalmente utilizados para la producción de metanfetaminas y otras drogas sintéticas. Estas acciones impactan directamente en las estructuras operativas del narcotráfico y reducen su capacidad de distribución.
El secretario de Seguridad señaló que estos resultados son producto de la labor coordinada entre las Fuerzas Armadas, la Guardia Nacional, la Fiscalía General de la República (FGR) y autoridades estatales y municipales, como parte de una política de cero impunidad.
Asimismo, reiteró que el gobierno federal continuará con esta estrategia para garantizar la paz y seguridad en todo el territorio, priorizando la inteligencia operativa, el respeto a los derechos humanos y la atención a las causas estructurales de la violencia.
El informe concluye destacando que estos avances forman parte de un esfuerzo sostenido por reducir los índices delictivos y recuperar territorios afectados por la presencia del crimen organizado.