Las autoridades de Panamá informaron que una mujer embarazada y sus cinco hijos de entre 1 y 11 años, además de una joven de 17, fueron asesinados y enterrados en una fosa por miembros de una secta religiosa que actuaba en una remota área indígena; los sospechosos de la masacre están detenidos.
La televisión local informó que siete cadáveres fueron encontrados en una fosa ubicada en una apartada zona de la comarca Ngäbe Buglé, donde ayer mismo fueron rescatadas 15 personas, heridas y golpeadas, que estaban secuestradas por supuestos miembros de una secta que los sometió a ritos exorcistas.
Diez supuestos pastores de la secta ‘La Nueva Luz de Dios’ fueron detenidos por fuerzas especiales de la Policía Nacional, y traslados desde la aldea indígena Alto Terrón hasta la ciudad de Santiago de Veraguas.
La Fiscalía dijo que todos los presuntos autores del hecho han sido aprehendidos y serán llevados ante el Tribunal de Garantías en Bocas del Toro.
El fiscal superior de Bocas del Toro, Rafael Baloyes, dijo que los cadáveres hallados en la fosa presentan claros signos de tortura, y que entre los detenidos por la masacre está el abuelo de los cinco pequeños asesinados.
De acuerdo con los testimonios recabados, la mujer embarazada y sus cinco hijos fueron llevados a una edificación que servía como iglesia en la aldea, para «celebrar el culto y los masacran», un hecho que habría ocurrido el lunes pasado.
El fiscal indicó que los lugareños afirmaron que los rituales se tornaron violentos el sábado pasado, cuando uno de los supuestos pastores, que no identificó, dijo que había recibido un mensaje divino.
Es por ello que las autoridades consideran que salvaron la vida de las 15 personas que consiguieron amarradas y golpeadas en la iglesia, porque todo indicaba que serían sometidas al mismo rito que llevó a la muerte a las otras siete.
Fuente: Agencias